Vivir en un edificio, al igual que en una casa que necesita mantención y servicios de seguridad, representa algunos costos extras que debe considerar el propietario.
La Ley 19537 de Copropiedad Inmobiliaria es clara en establecer que “cada copropietario deberá contribuir tanto a los gastos comunes ordinarios como a los gastos comunes extraordinarios, en proporción al derecho que le corresponda en los bienes de dominio común, salvo que el reglamento de copropiedad establezca otra forma de contribución.”
En teoría, todos los habitantes del edificio deben pagar equitativamente estos gastos, pero aun así pueden ser excesivos y repercutir en el bolsillo y, por lo tanto, en la calidad de vida de los residentes.
¿Qué puedes hacer para reducir los gastos comunes? A continuación, distintas variables que debes considerar:
Portería compartida
En la mayoría de los edificios, la seguridad es individual para cada edificio y el pago al personal encargado de la vigilancia se distribuye sólo entre los habitantes de esos departamentos.
Sin embargo, al vivir en un condominio se puede contar con una portería compartida, es decir, una sola portería en la entrada. Esto reduce los gastos comunes -producto de la disminución del personal requerido- sin afectar la protección de los residentes.
Eficiencia energética
Para gastar menos en energía eléctrica, es importante que los edificios cuenten con infraestructura enfocada en lograr la eficiencia energética. Algunas cosas que pueden hacerse es instalar calefactores que permitan el reciclaje de aire externo o implementar paneles solares, por ejemplo.
Estas medidas no sólo ayudarán a conservar el medio ambiente, sino que harán que las cuotas correspondientes a los servicios del edificio sean menores.
Espacios comunes
Muchas inmobiliarias ofrecen servicios atractivos para convencer a las personas a mudarse a sus departamentos, pero la verdad es que muchas veces éstos son poco utilizados.
Espacios como piscina, jacuzzi, gimnasio, entre otros, son caros de mantener, y si los habitantes les dan poco uso, sería mejor prescindir de ellos.
Densidad habitacional
Entre más habitantes haya en un condominio, menores serán los gastos compartidos. No obstante, la clave es encontrar un balance entre comodidad y ahorro.
¿Por qué? Si el condominio se llena de forma exagerada, la calidad de vida de sus habitantes bajará, pues subirá el tiempo de espera en el estacionamiento, habrá atochamiento en las áreas comunes, etcétera.
Con una buena estrategia de balance, es probable que pueda aumentarse ligeramente la cantidad de habitantes sin causar problemas y, por lo tanto, reducir los gastos compartidos.
Si quieres ahorrar en gastos comunes, contribuir al medio ambiente y, en general, hacerte más responsable de tu lugar en el mundo con respecto a los demás y los tuyos, un condominio que cuente con gastos comunes optimizados es tu mejor opción.